La harina de almendra como su nombre lo indica es una harina elaborada a partir de la molienda de almendras enteras con o sin piel, tostadas o secas. Esta podrás adquirirla en cualquier tienda especializada en alimentos sin gluten, o bien, prepararla en casa en un par de minutos con ayuda de un molinillo de café o una procesadora. La harina de almendra puede sustituir a la harina común en muchas recetas, en especial las dulces.
Elaboración paso a paso
- Mide ½ taza de almendras sin pelar y colócalas dentro de una procesadora o en un molinillo de café y tapa.
- Procesa con cualquier máquina durante unos segundos hasta que consigas una textura media.
- Cierne la harina de almendra y coloca en la procesadora o en el molinillo los trozos de almendra que hayan quedado grandes para volver a procesarlos hasta conseguir la misma textura que la harina que has cernido anteriormente.
- Finalmente, tamiza toda la harina de almendra y colócala en un recipiente hermético. Guarda el bol en la nevera hasta por 72 horas y ponle una etiqueta que especifique la fecha en la que ha sido almacenada.
Consejos para hornear con harina de almendra
Si la masa que vas a preparar no lleva levadura, puedes sustituir la harina de la receta por harina de almendra al 100%. No obstante, es importante destacar que las almendras cuentan con un gran contenido de fibra y por ello absorbe hasta dos veces más líquido que otro tipo de harinas. Por tanto, reduce la cantidad de harina de almendra a la mitad o duplica el líquido.
Por otro lado, si la masa que vas a hornear lleva levadura sustituye solamente el 20% de la harina que lleva la receta con harina de almendras e incrementa la cantidad de líquido al 10%.
Recuerda no moler demasiado las almendras para evitar formar una mantequilla. Trata de que la textura sea ni muy gruesa ni muy fina.
Espero que este post te haya gustado y que puedas ponerlo en práctica cuanto antes. Si tienes alguna duda o sugerencia, deja tu comentario.