Publicado por Carlos Mont el 14/06/2014 @ 12:51
Antes de que el tenedor llegue a la boca del cliente, éste ya ha empezado a juzgar el plato con los ojos (color, variedad, presentación), la nariz (olor), los oídos (el chisporroteo de un plato caliente o el crujido de una verdura fresca), y el tacto (textura-resistencia). Hay estudios que señalan que esa pre-comida es nutritiva. Cuando salimos a caminar y nos provoca algún capricho, hacemos lo imposible por conseguirlo;... Continuar leyendo...