Siempre os traigo nuevos platos y trucos para que preparéis ricas comidas en casa. ¿Y si por una vez comemos fuera? Siempre apetece salir un día y probar lugares interesantes por tu ciudad, ya sea por que nos guste ir de tapas o porque queramos tener un día especial comiendo en un restaurante encantador. Todos comemos fuera en algún momento, algunos incluso a diario.
Por ello, he decido compartir con vosotros mi último descubrimiento gastronómico en la capital de España. Se trata de Gumbo, un restaurante donde encontraremos cocina de Nueva Orleáns. Seguramente os preguntaréis ¿qué es la cocina de Nueva Orleáns? ¿en qué conciste este tipo de cocina? Pues sin entrar demasiado en la definición del tipo de gastronomía del que hablamos, os diré que se trata de una fusión en la que la población de origen africano y francés junto con los ingredientes locales generaron una nueva identidad culinaria. En la web de Gumbo podemos encontrar una descripción más extensa de su origen, de la que destacamos:
…adaptar las recetas queridas del viejo continente a los ingredientes locales, adaptadas por la mano de los cocineros de origen africano. Aparte, en las zonas pantanosas llegaron los cajuns, franceses exiliados a Louisiana, que hicieron su propia interpretación de sus recetas francesas a un medio mas rústico. Finalmente, también surgió la comida soul, basada en los platos africanos hechos por los esclavos con los ingredientes de la Tierra Nueva. Todas estas tradiciones han mezclado para formar unas raíces nuevas y propias de Nueva Orleáns.
Matthew Scott es el responsable de que Nueva Orleáns se acerque al barrio madrileño de Malasaña. Este cocinero, natural de la ciudad de donde proceden los platos de su carta, nos ofrece una variedad de platos de una cocina americana que va más allá de las barbacoas o la conocída hamburguesa. Los conocidos tomates verdes fritos, que nos hará recordar esos platos de película, o la tarta de zanahoria son alguno de los ejemplos que encontramos en este agradable local.
Un precio medio de 30 euros por cabeza, un ambiente agradable y unos platos deliciosos, son lo que hace a este local un lugar recomendable. Donde disfruté especialmente de cada plato mientras una suave música ambiente completaba el día. Un pequeño restaurante muy agradable donde su plato fuerte es sin duda la comida, pero que en conjunto es un lugar redondo para una comida entre amigos. Pero ojo, si sois muchos reservar primero.
