Las patatas/papas fritas parecen fáciles de preparar, pero tienen sus trucos para quedar doradas y crujientes. Por ello, a continuación tendrás un par de métodos para que te queden deliciosas.
Método: freír dos veces
Pela las patatas, córtalas en rodajas delgadas y después en tiras finas. Ponlas en un recipiente con agua fría con hielo y déjalas reposar durante 2 horas. Transcurrido ese tiempo, cuélalas y apóyalas sobre un repasador para quitarle el exceso de agua antes de llevarlas al fuego.
Calienta aceite en una sartén y cuando esté a punto vierte algunas patatas para la primera tanda y déjalas cocinar durante 4 minutos. Es conveniente que no queden apretadas sino que haya espacio entre cada una de ellas y que si has pelado mucha cantidad, las cocines en varias tantas.
Cuando hayan pasado los 4 minutos, retira las patatas fritas y ponlas a escurrir en papel absorbente. Deja la sartén aún en el fuego y cuando al colocar una papa veas que alrededor de la misma se forman burbujas, entonces será el momento de volver a añadir la misma tanda hasta que queden crocantes y doradas. Finalmente, quita las patatas del aceite, escúrrelas en papel de cocina y sálalas como desees. Haz lo mismo con el resto de las patatas cortadas.
Método: congelarlas
Si llevas una rutina estresante en la que no puedes demorar mucho tiempo cocinando, lo mejor es que peles varias patatas, las cortes en rodajas finas y las guardes en el congelador dentro de una bolsa para freezer durante varias horas o hasta que vayas a cocinarlas (aunque no sea ese mismo día).
De esta manera, simplemente te quedará poner el aceite a calentar y cuando esté a punto, retiras las patatas del congelador y las viertes directamente en la sartén. Una vez que estén doradas y crujientes, las retiras y las salas.
En caso de que tengan escarcha, antes de ponerlas a cocinar, retira la misma con papel absorbente y después las cocinas.
Consejos
Si bien en el mercado existen varios tipos de patata, lo ideal es que elijas aquellas que tengan la cáscara de color marrón claro, ya que son más bancas por dentro y no tienen tantos brotes ni agujeros, lo que permite un mayor aprovechamiento de la misma. Además, recuerda que las patatas cuando son muy blandas o verdes no quedan crujientes y por su gran contenido de agua, al juntarse con el aceite caliente podrían provocarte quemaduras.
¿Qué método sueles emplear para cocinar tus patatas? ¿Tienes alguno que desees compartir? ¿Conoces sus beneficios? Deja tu comentario.