Las flores como ingredientes

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Flores en la cocina

Las flores son uno de los elementos más hermosos de la naturaleza y en épocas lejanas, diversas civilizaciones les han conferido facultades regeneradoras de la salud física, por las vitaminas y minerales que brindan. Las flores poseen un lenguaje extenso y forman parte de diversos mensajes de felicidad, alegría y amor al prójimo. No solo sirven para adornar o para deleitarnos con su maravillosa fragancia, también existen muchas recetas culinarias para incorporarlas en nuestras comidas. Conócelas y comienza a disfrutar de su sabor, aroma y colorido.

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Flores comestibles

Las flores que son comestibles aportan una gran cantidad de colores que difícilmente se pueden dar en otros alimentos. También aportan una textura distinta que inspira la creación de platos nuevos, al mismo tiempo, que proporcionan un toque extra de dulzura a las sopas, ensaladas y salsas. Asimismo, ofrece sus aromas naturales que hacen que cualquier comida o bebida sea más agradable. Algunas flores se usan solamente como siempre decoración y otras pueden comerse crudas después de ser lavadas y secadas, y un tercer grupo resiste la cocción

Cocina exótica con flores

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No todas las flores pueden utilizarse en la cocina. Las más aconsejadas son: la malva, la caléndula, la borraja, el clavel, la rosa, la calabaza, la capuchina, las violetas y los crisantemos. Incluye flores en tus recetas para realzar el sabor de las comidas.

  • Caléndula común: los pétalos pueden secarse en horno a baja temperatura para ser, posteriormente, molidos.

  • Caléndula francesa: su sabor seco combina perfectamente con el clavo de olor y la canela.

  • Lavanda: es perfecta para utilizar en helados, postres, pollo, arroz o estofado.

  • Pétalos de rosas: combina perfectamente con ensaladas que tengan frutas.

  • Violeta de tres colores: puedes abrillantarlas para decorar postres.

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Recuerda que la calidad de las flores es fundamental para que el platillo tenga el sabor esperado. Puedes utilizarlas crudas, cocidas, frías y calientes, dependiendo del plato. Es fundamental que estas sean de cultivos biológicos o plantadas en tu casa, en el jardín o en macetas.

Archivado en Alta cocina, Cocina, Dulce
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