El cuscús es un platillo típico marroquí que se obtiene de la sémola de trigo. Los granos se cocinan con agua y se hinchan duplicando su tamaño. Al ser un ingrediente de fácil acceso, muchos pueblos del norte de África suelen utilizarlo como base de la gran mayoría de sus recetas y desayunos nutritivos.
Historia del cuscús
Al parecer los franceses fueron quienes descubrieron al cuscús durante la conquista de Argelia, pero aún existen varias controversias sobre el significado de este delicioso manjar, aunque todo indica que se trata de la cantidad de comida que un ave puede llevar en su pico, la cual va amasando para formar bolitas súper pequeñas para alimentar a su cría. No obstante, hay quienes comentan que es un afrancesamiento de la expresión rac keskés, que significa triturar de manera fina y que designa de la desviación fonética de unos términos empleados en África: koskosú, koskos y kuskús, los cuales definen a un recipiente con agujeros elaborado con arcilla o esparto que contiene agua y caldo para cocinar la sémola al vapor.
Ingredientes
- 250c.c. de agua
- 250g de cuscús
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Pimienta negra molida c/n
- Sal c/n
Elaboración paso a paso
- Coloca el agua en una olla junto con el aceite de oliva y la sal y la pimienta negra molida al gusto. Deja cocinar a fuego mínimo hasta que comience a hervir.
- Aparta del fuego y echa el cuscús en forma de lluvia.
- Remueve con una cuchara de madera durante unos segundos y deja reposar por unos 3 minutos.
- Añade la mantequilla y ve mezclando el cuscús de abajo hacia arriba sin aplastarlo para que no se apelmace.
En diversos países suele emplearse el cuscús para acompañar a los vegetales y a las carnes rojas y blancas como en el caso del pollo al estilo marroquí, ideal para las fiestas navideñas y el nido de cous-cous con verduras salteadas al wok.
