Hace una semana que tenía ganas de probar algo así: una salsa algo salada, pero con el dulce sabor a nueces y dátiles, y qué mejor acompañante que el bacon y el roquefort. He elegido los tallarines, porque es un tipo de pasta que se adapta más a la diversidad.
Una receta espontánea, sabrosa y muy rápida, un contraste de sabores que sorprende.
Tiempo de elaboración: 20 minutos
Dificultad: baja
Raciones: 2 personas
Ingredientes
- 300 gr tallarines
- 50 gr bacon
- 50 gr nueces
- 50 gr queso roquefort
- 7-8 dátiles deshuesados
- 500 ml nata para cocinar
- Sal, perejíl
Elaboración paso a paso
- Poner los tallarines a hervir.
- Saltear el bacon en una cuchara de aceite de oliva.
- En cuanto esté casi frito se añaden los dátiles y las nueces y los mezclamos.
- Se añade la nata y después el roquefort. Antes de que se caliente demasiado la mezcla se debe añadir la sal al gusto. Esperamos un poquito para que el queso roquefort se derrita, sin dejar de remover.
- Se añade la pasta hervida y escurrida y se deja todo a hervir, removiéndolo despacio, hasta que la salsa adquiera la textura deseada.
- 1. Preparar los ingredientes
- 2. Saltear el bacon
- 3. Añadir las nueces y los dátiles
- 4. Añadir la nata
- 5. Añadir el queso roquefort
- 6. Escurrir la pasta
- 7. Juntar la pasta con la salsa
- 8. Aspecto final
A la mesa
Y aquí tenemos este riquísimo plato finalizado. Toca añadir esos detalles finales que lo hacen rico a la vista y muy sugerente: un poco de perejil verde para lograr un bonito contraste, un poco de parmesano rallado, un plato bonito, y por qué no, una copa de vino. ¡Es el momento de ser creativos!
El sabor final del plato es un contraste: dulce y salado, en una armonía cremosa. Para conseguir un sabor más dulce o más a roquefort sólo hay que añadir más dátiles o más queso roquefort respectivamente. ¡A degustar!