Esta receta es conocida como kladdkaka, cuyo término está compuesto de kladd, que significa unir y kaka, que quiere decir galletas, bizcochos o bollo. El verbo kladda da lugar al adjetivo kladding, que significa pegajoso, por lo que en esta ocasión te enseñaré a preparar un bizcocho sueco de chocolate “pegajoso”. Pero ¿por qué pegajoso? Porque su preparación no lleva levadura, lo que hace que carezca de burbujas de aire en la masa y, por ende, no será muy alta, pero sí firme y con interior viscoso. ¡Vamos a por la receta!
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Ingredientes
- 100 g de mantequilla
- 150 ml de harina de trigo (ml no gramos)
- 250 ml de azúcar (ml no gramos)
- 2 huevos
- 3 cucharadas de cacao amargo en polvo
- 1 cucharadita de vainilla en polvo
Elaboración paso a paso
1. Precalienta el horno a 175 °C.
2. Corta la mantequilla en trozos, colócala en una olla y lleva al fuego para que se funda.
3. Aparta del fuego y coloca los huevos y el azúcar, y bate constantemente para que se integren los tres ingredientes.
4. Coloca en la olla el cacao amargo en polvo, la vainilla en polvo y la harina de trigo. Mezcla durante unos minutos y vuelca la masa del bizcocho sueco de chocolate en un molde de 20 cm de diámetro, previamente untado con mantequilla.
5. Lleva el molde en el centro del horno y hornear durante 20 minutos.
6. Deja reposar durante 15 minutos antes de desmoldar y espolvorea con azúcar glas, impalpable o flor. Sirve con nata montada, frutas rojas o helado de vainilla.
Como podrás ver, su preparación es muy sencilla, así que espero que te animes a hacerla. Ten en cuenta que quizás necesites dejarla cocinar un par de minutos más, ya que todo depende del horno. La idea principal es que el exterior quede crujiente y, el interior, quede gelatinoso. Finalmente, cuando se enfríe, se solidificará y quedará pegajoso como debe ser. Si quieres conocer más acerca como esta, dale un vistazo a la categoría Repostería.
