La comida actúa como un medio idóneo para descubrir las hierbas aromáticas y conocerlas mucho mejor. Tengamos o no experiencia en la cocina, a la hora de cocinar podemos jugar con los ingredientes (siempre y cuando no se trate de una receta demasiado estructura) e integrar otros, como así también dejar un poco de lado las aromáticas más clásicas como el perejil, el romero y el orégano, y jugarse por otras más novedosas. Es importarte perder el miedo a experimentar y, si te equivocas, no pasa nada. ¡Anímate a probar cosas nuevas!
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Dale un toque diferente a tus aliños
La mejor manera de darle un toque distinto a tus aliños es utilizando un ingrediente de la misma manera que lo utilizarías si este no llevara aromáticas. Esto significa que si sueles aliñar tus ensaladas con vinagre de manzana, aceite de oliva y sal, ¿por qué no animarse a darle un toque diferente a la receta con aceite de orégano, de romero o vinagre de albahaca?
Consejos
Si tienes albahaca en el huerto de tu casa, riégala solo si fuera necesario, ya que sus raíces son sensibles al agua.
Las hierbas aromáticas que poseen hojas tiernas como es el caso del perejil, la albahaca, la menta y el cilantro tienen que añadirse a último momento de la cocción, mientras que el orégano, el tomillo y el romero, entre otras hierbas más leñosas, pueden añadirse mientras se está cocinando para que de esta forma trasladen su sabor a los platillos.
Si vas a reemplazar las hierbas aromáticas molidas por hierbas frescas o secas la proporción es ¼ de cucharadita de hierbas aromáticas molidas por una cucharada de secas enteras o frescas.
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Como podrás ver hay muchas maneras de incorporar hierbas aromáticas en tus recetas, ya sea como parte de un aliño, para adobar carnes, en ensaladas, etcéteras. Estas plantas les darán un sabor y un aroma increíble a tus platillos. ¡Anímate a jugar con ellas!