La menta es una de las hierbas aromáticas más conocidas y que podemos encontrar en cualquier parte del mundo y esta llena de propiedades. Procede de Asia y el Mediterraneo por lo que su cultivo esta relacionado con climas templados. La menta se utiliza en productos tan dispares como cosméticos, productos farmacéuticos y productos gastronómicos. Sin duda por su refrescante aroma, una de sus características más valoradas. No obstante, la mente es mucho más que su aroma.
La menta es una de las mejores aliadas para nuestro sistema digestivo. Es bien conocido sus cualidades refrescantes que ayudan a disimular el mal aliento. De ahí que encontremos chicles, pastillas o grajeas con sabor menta. No obstante, su labor comienza en nuestro estomago pues las infusiones de menta ayuda a mejorar la digestión y previene las flatulencias. Por lo que incorporarlas a nuestras comidas nos vendrá muy bien para evitar esa sensación de hinchazón.
Pero sus virtudes no se quedan ahí, son buenas contra las náuseas y los espasmos intestinales. Por lo que también será perfecto tomar infusiones de menta cuando nos ponemos enfermos del estomago, ayudando a que los síntomas sean más leves.
Pero también será un perfecto remedio para los resfriados, pues se trata de un remedio natural para aliviar la congestión nasal. Sus propiedades antisépticas y expectorante actúan contra la tos con flema. Las infusiones de menta alivian los dolores de garganta y reduce el tiempo de mejoría de este tipo de dolencias.
Sin embargo, todos estos beneficios tendremos que tomarlos con cautela, pues si padecemos de insomnio tomar menta no nos ayudará. Pues no deberíamos tomarla por la noche pues produce insomnio. Pero la menta nos aporta tanto que sin duda no vamos a dejar de tomarla por esta pequeña cualidad.