Si tienes una gran cantidad de espárragos que quisieras conservar, la mejor manera es la congelación. Para obtener el mejor resultado utiliza espárragos locales cuando estén en temporada. Los espárragos fuera de temporada que se han importado de otros países tienden a ser menos tiernos y tienen un sabor más suave. Escoge lanzas que sean al menos tan gruesas como un lápiz, pues estas se congelan mejor. Sigue leyendo para conocer la forma adecuada de congelar espárragos.
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Antes de blanquear los espárragos, corta los extremos duros y déjalos como lanzas. Puedes blanquear los espárragos en agua hirviendo o al vapor. Ten un tazón grande de agua helada listo para transferir las verduras cuando se hayan escaldado.
Blanquear espárragos: método agua hervida
Coloca abundante agua en una olla y lleva al fuego. Cuando rompa hervor, añade hasta 500 g de espárragos y deja que blanqueen de 2 a 5 minutos, dependiendo su grosor. Cuando pase el tiempo, cuela los espárragos blanqueados y transfiérelos al agua fría. Déjalos en el agua fría durante la misma cantidad de tiempo que los has dejado en el agua hirviendo. Escurre.
Blanquear espárragos: método de vapor
Pon a hervir el agua debajo de la cesta de vapor y coloca los espárragos en la cesta. Tapa y coce al vapor durante 3 a 6 minutos según el grosor de las lanzas. Una vez transcurrido el tiempo, transfiere de inmediato las lanzas al agua fría y déjalas allí durante la misma cantidad de tiempo que las has cocido al vapor. Escurre.
Cómo congelar los espárragos blanqueados
La forma más simple para congelar los espárragos blanqueados es colocando las lanzas escaldadas, enfriadas y escurridas en bolsas o recipientes aptos para congelar. Etiqueta con la fecha y congela.
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