Las croquetas son de esos aperitivos que siempre nos sacan de un apuro. Generalmente, suelo tener diversos tipos de croquetas congeladas en bolsas para sacarlas y directamente freírlas. En este post no solo te diré cómo cocinar croquetas congeladas sin que se deshagan sino también cómo almacenarlas. ¡Toma nota!
¿Cómo freír croquetas congeladas sin que se desmoronen?
Freír croquetas puede parecer simple, sin embargo, requiere de cierta técnica para que no se deshagan. Coloca abundante aceite para freír en una sartén como para cubrir las croquetas y lleva al fuego.
Cuando el aceite esté bien caliente, retira las croquetas del congelador y colócalas sobre toallas de papel para eliminar el exceso de hielo. Cuanto menos hielo tengan, mejor.
Mide la temperatura del aceite con un termómetro de cocina y cuando esté a 175 ºC, coloca una tanda de croquetas congeladas en él. Es fundamental que no frías demasiadas croquetas a la vez, dado que esto puede disminuir la temperatura del aceite e incluso hacer que queden muy apretadas y se deshagan a la hora de querer darles vuelta.
Cocina las croquetas congeladas hasta que estén doradas de un lado y del otro y retíralas con una espumadera. Deja escurrir sobre servilletas de papel y vuelve a colocar aceite en la sartén de ser necesario. Calienta nuevamente y cocina el resto de las croquetas.
¿Se pueden congelar las croquetas cocidas?
La respuesta es no, pero lo que sí puedes hacer es congelar las croquetas recién hechas en bolsas o recipientes con cierre hermético por hasta tres meses.
Si te han sobrado croquetas cocidas, no hay forma de recalentarlas, pues si lo haces en el microondas quedarán “hervidas” y si lo haces en el horno, quedarán súper aceitosas. La única opción para no desaprovecharlas es comerlas frías o retirar del congelador la cantidad exacta de croquetas que se irán a comer.
¿Tienes algún otro truco para cocinar croquetas congeladas sin que se deshagan? Deja tus comentarios.