Siempre hablamos de recetas, sus ingredientes y cómo se elaboran, pero en ocasiones la receta en si es un simple aliño que da sabor y jugosidad a nuestro plato o algún producto en concreto. Por ello, os traigo mis tres aliños preferidos, esos que nunca faltan en mi cocina y os contaré para que suelo utilizarlos.
Se tratan de aliños simples que puedo tener ya preparados para cuando sea necesario o que no tardo más de unos minutos en preparar. Por ello puede seros útil para cambiar por ejemplo el típico aliño de una ensalada o para darle un toque aromatizado a algún plato de pasta o salsa. Empezaremos por uno muy simple, el aceite aromatizado.
Aceite aromatizado
Siendo de uno de los países con más alto nivel de producción de aceite de oliva del mundo, no es de extrañar que este este muy presente en cada uno de los platos que elaboro. Pues sin duda, no escatimo en aceite de oliva, siempre busco y pruebo diferentes varientes y escojo el que más me gusta según para que cosas. Sin embargo, hace ya tiempo que preparo mi propio aceite aromatizado.
Para ello utilizo siempre aceite de oliva virgen extra, cuanto menos refinado este el aceite más lo prefiero. Pues se trata de un aceite con más fuerza y aroma, incluso un poco más espeso. Puede que alguno este pensando en el bolsillo, pero os aseguro que merece la pena, a veces ahorrar en la cesta de la compra nos sale más caro de lo que parece.
Ingredientes
– Aceite de oliva virgen extra – Pimienta variada en grano – 2-3 hojas de laurel – 2-3 dientes de ajo
Elaboración
El proceso de elaboración de este aliño es muy simple, basta con que tengamos un tarro donde mezclar los ingredientes. Llenaremos dicho tarro con aceite e incorporaremos los dientes de ajo pelados, las hojas de laurel y aproximadamente una cuchara sopera de pimienta en grano.
El aceite irá tomando poco a poco los aromas y sabores de lo que le hemos incorporado. Destacará sobre todo el ajo, pero el resto de ingredientes también contribuirán a darle a este aceite un sabor especial. Lo único que debemos tener claro es que, para que el aceite tome estos aromas tendremos que esperar al menos un mes para poder probarlo.
Por ello, yo preparo varios botes de aceite aromatizado cada cierto tiempo y le pongo una etiqueta con la fecha en la que lo he elaborado. De este modo siempre se si está listo para saborearlo. Os recomiendo guardar varios tarros de cristal, no necesariamente muy grandes, y preparar diferentes variaciones de aceite aromatizado. Por ejemplo añadiendo alguna guindilla o una rama de romero, de este modo tendréis una variedad de aceite con diversos sabores que seguro os encantan.
Usos del aceite aromatizado
Lo más evidente sin duda es sustituir el aceite de la ensalada por este preparado personalizado, dará un toque diferente y notaréis el gusto del ajo, sin necesidad de picar este producto y sin miedo a que nos repita. Yo lo utilizo mucho cuando preparo ensaladas de pasta rápidas con los cuatro ingredientes que tengo en la despensa.
Otro uso que me esta enganchando aún más a mi aceite aromatizado, es incorporarlo en la elaboración de alguna salsa. Parece que no va a cambiar mucho, pero si no tenéis demasiado tiempo para elaborar salsas a fuego lento puede ser un perfecto aliado que aportará aroma y sabor.
Y por último uno de sus usos preferidos es con el queso fresco. De aperitivo suelo cortar unas rodajas de queso fresco (normalmente de leche de cabra), espolvoreo sobre el un poco de pimienta y agrego un poco de aceite aromatizado. Y en un segundo pasa a ser un bocado gourmet.