Los huevos son deliciosos y muy versátiles y económicos. De hecho, son una de las fuentes más baratas de proteína animal. Pero, ¿sabes hacer huevos fritos? Debo admitir que, a mis 32 años, finalmente estoy aprendiendo las diversas formas de freír huevos. Y para ser realista, casi cualquier plato sabe mejor si se le agrega un huevo frito, ¿no crees?
Huevos fritos soleados
Los huevos fritos soleados son huevos fritos que no se dan vuelta durante la cocción. Rompe un huevo con mucho cuidado en un recipiente pequeño. Calienta dos cucharaditas de aceite en una sartén grande antiadherente a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, vierte el huevo con mucho cuidado para no romper la yema y déjalo cocinar hasta que la clara esté completamente cuajada, pero la yema aun esté anaranjada. Retira de inmediato y sirve el huevo frito soleado.
Huevos fáciles
Si prefieres una yema súper líquida, intenta este método. Coloca dos cucharaditas de aceite o de mantequilla en una sartén antiadherente a fuego medio y cuando esté caliente, casca el huevo en un recipiente y transfiere a la sartén. Cocina hasta que la clara se cuaje y, luego, da vuelta y cocina durante 15 segundos.
Huevos a punto medio
Si quieres una textura similar a los huevos pasados por agua, casca el huevo en un bol y reserva. Calienta un chorrito de aceite en una sartén antiadherente a fuego medio y, posteriormente, transfiere el huevo y cocina durante uno a dos minutos por cada lado. Personalmente esta es mi forma preferida de hacer huevos fritos.
Huevos demasiado cocidos
Si te gusta la yema bien cocida y firme, simplemente deberás calentar primero un chorrito de aceite en una sartén antiadherente a fuego medio y, luego, transferir el huevo previamente cascado en un tazón y cocinarlo durante dos minutos por el primer lado y de dos a tres minutos por el otro lado.
¿Qué te han parecido estas cuatro formas de freír huevos? ¿Cuál prefieres? Deja tus comentarios y visita la categoría Básicos para conocer muchas preparaciones y consejos.
