Si estás en un país cuya temporada es fría, a continuación, te dejaré la receta del guiso de lentejas, para que disfrutes en los días de otoño e invierno. ¿Quién podría resistirse a un delicioso plato de guiso? La panceta ahumada y los chorizos colorados le darán un sabor único, con un toque gourmet. ¡Realiza este platillo y sorprende a toda tu familia y amigos!
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Ingredientes
- 500g de lentejas
- 240g de cebolla
- 1 cabeza de ajo
- ½ pimiento rojo
- 120g de puerros
- 100g de zanahorias
- 150g de tomates
- 200g de panceta ahumada
- 180g de chorizos colorados
- 2 hojas de laurel
- Un manojo de perejil fresco
- 45 ml de aceite de oliva
- 1 cucharada de pimentón o páprika
- Una pizca de sal
Elaboración paso a paso
1. Deja en remojo las lentejas durante toda la noche y, una vez transcurrido ese período de tiempo, escurre y coloca en una cacerola junto con el ajo sin sus pellejos superficiales, la cebolla pelada y picada, el manojo de perejil y el pimiento picado.
2. Pela la zanahoria y córtala en cubos pequeños al igual que el tomate y el puerro. Agrega a la olla y suma agua a temperatura ambiente hasta cubrir dos dedos por encima de las legumbres.
3. Añade las hojas de laurel y lleva la olla al fuego. Coce a fuego fuerte hasta que rompa hervor. Después, baja la intensidad del fuego y cocina durante 50 minutos.
4. Desgrasa la panceta y los chorizos colorados en agua hirviendo durante 30 minutos. Aparta del agua y retira.
5. Antes de finalizar la cocción de las lentejas, pon los embutidos desgrasados cortados en rodajas y condimenta con pimentón o páprika y sal. Mezcla y retira los ajos que has empleado para darle sabor a la cocción.
6. Sirve el guiso de lentejas y disfruta.
Consejos
El exceso de temperatura puede hacer que las lentejas queden pegadas en el fondo de la olla. Tampoco tendrás que hervirlas a fuego fuerte, dado que las lentejas se despellejan y tanto la piel como la pulpa quedarán pegadas a la base de la cacerola.
Consume las lentejas en el mismo año de tu recolección, porque cuanto más tardes en usarlas, más duras se pondrán y, por ende, tendrás que cocinarlas durante mucho más tiempo.
Mientras cocinas las lentejas, si ves que les falta líquido, agrégale agua fría de a poco para “asustarlas” con un golpe de temperatura.
Remoja las lentejas durante 12 horas y cámbiale el agua una o dos veces.
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