Paseando por los pasillos de los supermercados nos damos cuenta que existen diversos tipos de arroz. Todos ellos son muy ricos, pero no todos van bien en la gastronomía mexicana. Por ello, uno de los mejores arroces para cocinar a la mexicana es el arroz blanco de grano largo, mientras que los de grano mediano o corto son menos deseables, debido a que suelen ser pegajosos al cocerse. De hecho, estas variedades son utilizadas para preparar risottos y paellas, donde precisamente se busca una textura adherente y cremosa.
Tipos de arroces
En la actualidad se vende un arroz precocido y uno instantáneo, y aunque puede parecernos atractivos por requerir poco tiempo de cocción, este tipo de arroces no nos sirve porque absorbe mucho sabor del líquido de cocción. Un buen platillo de arroz mexicano cuenta con una estupenda combinación de sabores y aromas, lo cual no se logra en un corto periodo de cocción.
El arroz basmati que proviene de la India, es un arroz de grano largo que puede utilizarse en la cocina mexicana. Los vegetarianos suelen aconsejar el arroz entero, de color café que, aunque se emplea poco en la gastronomía mexicana porque su tiempo de cocción es mucho más largo y su textura final es más densa, este aporta mucha más vitaminas, fibra y minerales que el arroz blanco.
También existe el arroz rojo, el arroz negro y el arroz salvaje, que serían considerados exóticos por los mexicanos y poco apropiados para sus recetas convencionales. Por otra parte, cabe destacar que, si se desea preparar un arroz con leche, entonces deberá evitarse el arroz de grano largo y optar por un arroz de grano mediano o corto, pues lo que se desea es una textura cremosa.
En pocas palabras, si lo que quieres es crear un platillo de arroz al estilo mexicano, opta por un arroz blanco de grano largo y, si por alguna razón, este no se encontrara disponible, tendrás que emplear una variedad blanca de grano mediano.