El pan de ajo suele emplearse en la gastronomía como un entrante o acompañamiento de platillos informales en las que el picoteo es el protagonista. Durante una comida como esta, existe un sinfín de entrantes que pueden combinar a la perfección con el pan de ajo. Hoy te enseñaré dos formas de elaborarlo: una con masa de pan casera y otra con baguettes caseros o de panadería. Tú eliges la que más te convenga. ¡Comencemos!
Pan de ajo con baguette
Si estás precisando ahorrar tiempo, ve a la panadería y compra algunas baguettes. Córtalas en rebanadas y colócalas sobre una bandeja de horno cubierta con papel aluminio o papel mantequilla. Prepara una crema con mantequilla, aceite de oliva, ralladura de limón, sal, pimienta negra molida y dientes de ajo machacados. Hazlo todo al gusto y cuando obtengas el sabor deseado, procede a untar cada rebanada con esta mezcla. Lleva la placa a horno moderado durante 10 minutos o más hasta que estén tostados. Ya fuera del horno, decora los panes de ajo con perejil picado u otras hierbas aromáticas.
Pan de ajo con masa hecha en casa
Coloca ½ kilo de harina floja en cada recipiente y haz un hueco en el centro de ellos. Añade en cada uno una cucharadita de levadura seca, una pizca de sal, dos cucharadas soperas de aceite de girasol o de oliva, un diente de ajo machacado, un huevo y un vaso de agua mezclada con leche. Mezcla ambas masas y si estuviera muy pegajosa solo añade un poco más de harina. Amasa hasta obtener dos masas homogéneas y suaves y deja reposar en los recipientes tapados con un paño de cocina húmedo o papel film en un lugar cálido para que dupliquen su volumen.
Hunde tus dedos en las masas y crea bollos de igual tamaño para formar panecillos. Coloca los mismos sobre una bandeja cubierta con papel mantequilla y cubre con un paño. Deja reposar durante 30 minutos y posteriormente, haz una cruz en cada panecillo con ayuda de una tijera o un cuchillo. Bate un huevo con una cucharada de aceite y un diente de ajo machacado y pincela los panes de ajo. Lleva a horno precalentado a 180º C durante 40 minutos o hasta que estén dorados.
A pesar de ser un poco más laborioso que la primera forma, te aseguro que este pan es realmente esponjoso y sabroso, por lo que combinará perfecto con lonjas de jamón, rodajas de tomate, etcétera. Incluso puedes usar el pan de ajo para hacer bruschettas o como acompañamiento de ensalada rusa, entre otras.