Las patatas gratinadas se han convertido en la guarnición preferida de muchas familias. Esta receta cocina las patatas a fuego lento en una salsa bechamel sazonada, básica, antes de llevarlas al horno. Las patatas gratinadas son tan versátiles como deliciosas y se prestan a muchos complementos posibles. También puedes añadir cebolletas para agregar un poco de color o saltear las cebollas en mantequilla para darle más sabor.
Ingredientes para las patatas gratinadas con salsa blanca
- 3 cucharadas de mantequilla sin sal
- 3 cucharadas de harina para todo uso
- 3 tazas de leche entera
- 2 cucharaditas de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 6 tazas de patatas cortadas en rodajas finas
Elaboración paso a paso
1. Reúne todos los ingredientes para hacer las patatas gratinadas con salsa blanca y precalienta el horno a 180 °C.
2. Unta con mantequilla una fuente para hornear.
3. En una olla grande a fuego medio bajo, funde la mantequilla y cuando esté caliente agrega la harina y cocina revolviendo durante 2 minutos.
4. Agrega la leche, la sal y la pimienta negra recién molida a la salsa blanca y continúa cocinando y revolviendo hasta que espese y burbujee. Prueba y ajusta la sal al gusto.
5. Incorpora las patatas rebanadas a la salsa blanca, tapa y cocina a fuego lento durante 8 minutos. No hiervas.
6. Transfiere las patatas y la salsa bechamel a la fuente para hornear preparada y hornea sin tapar en el horno precalentado durante 45 minutos o hasta que las patatas estén tiernas.
7. Sirve las patatas gratinadas y disfruta.
8. Para cortar las patatas en rebanadas puedes utilizar una mandolina o un procesador de alimentos equipado con un disco rebanador. Algunas variedades de patatas son mejores que otras. Para obtener una mejor textura puedes utilizar patatas Yukon Gold.
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Imagen: lunchbox
