Las albóndigas de pan, también denominadas Knödel, son un platillo típico de la cocina alemana, austriaca, checa e italiana. Son ideales para aprovechar el pan que sobra, dado que como su nombre lo indica se realiza con este ingrediente combinado con especias, leche, etcétera. Por lo general, se sirven como plato principal o acompañamiento de guisos como el gulash o goulash húngaro.
Ingredientes
- 250g de pan blanco
- Perejil fresco picado c/n
- 1 cucharada sopera de mantequilla
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 250c.c. de leche
- 3 huevos
- Sal c/n
- Pimienta negra molida c/n
Elaboración
- Coloca el pan sobre una tabla y córtalo en trozos pequeños.
- Calienta una sartén la cucharada de mantequilla y procede a sofreír cebolla cortada en cubos pequeños y los dientes de ajo picados.
- En una olla coloca la leche y lleva a fuego mínimo hasta que esté a rompa hervor. Aparta del fuego y añade el pan.
- Deja en remojo durante unos minutos y posteriormente retira el exceso de leche sin necesidad de escurrir el pan, ya que de esa manera podrías deshacerlo por completo y no es la idea. No obstante, es importante que no haya demasiado líquido, dado que las albóndigas de pan podrían no formarse.
- En otro recipiente mezcla los huevos con la cebolla y los dientes de ajo rehogados y, la sal y pimienta al gusto.
- Finalmente, incorpora esta mezcla a la olla con el pan y el perejil fresco picado y, revuelve para integrar todos los ingredientes. >Ten en cuenta que debe formarse una masa y para ello es fundamental tener la precaución de hacer correctamente el paso 4.
- Humedece tus manos y haz algunos bollitos de masa de igual tamaño para formar las albóndigas. Moldea bien para que queden compactas.
- Coloca agua en una olla y lleva va a fuego medio. Cuando comience a hervir, agrega algunas albóndigas y dejar cocinar durante 15 a 20 minutos.
- Cuando hayan transcurrido los 15-20 minutos, retira y deja reposar para que se enfríen.
Si quieres que tomen más sabor, puedes colocarle al agua de cocción un cubo de caldo de pollo o de verduras. Sírvelas en un lindo plato acompañadas con guiso de pollo, carne, soja o lentejas y salsa de tomate frito o bechamel.