Nadie puede negar que las hierbas frescas sean ideales para darle un delicioso sabor a las carnes de res, de cerdo o de ave, vegetales y pescados, y que además con ellas se pueden decorar los platillos antes de servirlos en la mesa. Por tanto, si estás acostumbrada a usar hierbas frescas en tu cocina, a continuación te dejaré un par de consejos para que puedas guardarlas y conservarlas.
Guárdalas en el refrigerador bien secas
Para que las hierbas frescas duren por mucho más tiempo, lo que puedes hacer es comprarlas, lavarlas con agua fría y escurrirlas bien en el centrifugador de lechuga. Si no llegas a tener centrifugador de lechuga, no te preocupes, lávalas y envuélvelas en servilletas de papel absorbente para que no quede ni una gota de agua en ellas, dado que el agua hace que se pudran.
Una vez que te hayas asegurado de que no tienen humedad, dentro de un envase con tapa hermética coloca algunas servilletas de papel y sobre estas pon las hierbas. Llévalas al refrigerador sin tapa durante 30 minutos para que se evapore la humedad por completo y una vez transcurrido ese período de tiempo, tapa el recipiente y déjalo en el refrigerador. Este truco sirve para conservar la frescura del perejil, el cilantro, la salvia, la menta y el estragón durante 15-20 días.
Congélalas con aceite de oliva
Si deseas conservar las hierbas frescas hasta por un año, deberás lavarlas y secarlas en el centrifugador de lechuga y posteriormente en papel absorbente. Después, corta solamente las hojas de las hierbas que uses comúnmente y colócalas en montones dentro de los espacios de las cubetas de hielo.
Llena los agujeros de la cubeta con aceite de oliva y lleva al refrigerador hasta que estén bien congelados. Desmolda y coloca los cubos dentro de bolsas transparentes con cierre. Lleva al refrigerador nuevamente para conservar las hierbas frescas. Este truco es ideal para guardar salvia, cilantro, perejil, romero, tomillo, orégano y albahaca.
Como verás estos dos trucos son muy fáciles de realizar para conservar las hierbas frescas por más tiempo. Incluso si lo deseas puedes preparar salsa pesto, congelarla en recipientes plásticos con tapa durante una semana y sacarla del refrigerador con cuatro horas de anticipación. De esta manera, tendrás salsa pesto siempre fresca cuando prepares espaguetis.